sábado, 17 de abril de 2010

Quemada viva





El Primer Testimonio De Una Víctima De Un Crimen De Honor


Souad es una chica cisjordana que fue quemada viva por quedar embarazada. Se salvó de milagro y ahora cuenta su historia en esta obra, un estremecedor relato de una víctima de la ley de los hombres.

Desde niña vio a su madre asfixiar a varias recién nacidas porque ya tenía muchas hijas. También había visto a su hermano mayor estrangular con el cordón del teléfono a Hanan, otra de sus hermanas. Nunca supo por qué. Ella lloraba y vivía aterrorizada pensando que un día podía llegar su turno.

Un día conoció a Faiez, el hijo de una familia vecina, a quien su padre pensaba darla por esposa; se volvieron a ver y él le dijo que se casaría con ella. Cuando algunas semanas más tarde supo que estaba embarazada, desapareció del pueblo. Souad ocultó su vientre durante meses, mientras lo golpeaba a diario con piedras tratando de provocarse un aborto. Llegó un momento en que ya no le fue posible disimular pero cuando su padre le preguntó si estaba embarazada ella lo negó aterrada. Esa noche hubo una reunión familiar a la cual no acudió Souad.

A la mañana siguiente, mientras lavaba la ropa en el patio, vio acercarse a su cuñado Hussein, el cual lanzó sobre ella un líquido inflamable y una cerilla. Convertida en una antorcha humana, Souad corrió desesperadamente por el pueblo hasta que unas mujeres le echaron encima una manta... Fueron meses de horror en el hospital, con quemaduras de tercer grado por todo el cuerpo, moribunda, sin nadie que la atendiera y consolara, con su pequeñín, nacido prematuramente en esos momentos de dolor y soledad.

Esta historia es totalmente cruda, sin ningún tipo de reparos Souad cuenta paso a paso, detalladamente el tipo de dolor, no solo físico si no también emocional que sufre estando en un hospital dentro se su país.

Leer este libro te deja una sensación de impotencia y personalmente de miedo, como en un mundo en el que vivimos mujer pueden sufrir este pido de agravios que parecen sacados de una película de horror. Creo y estoy casi segura que la única forma de que esto pare es gritarlo decirle al mundo lo que aun sucede en esta parte de nuestro planeta.

Oficialmente, más de 6.000 mujeres mueren cada año por estos "crímenes de honor", en Cisjordania, India, Pakistán, Irán, Yemen, Emiratos Árabes, Jordania, Turquía, Brasil o Guatemala, entre otros. En el año 2000, la ONU votó una resolución contra estos delitos pero 20 países se abstuvieron.


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